Como uno de los castillos más conocidos y visitados de la República Checa, el Castillo de Karlštejn es un punto de referencia popular del país, una vez utilizado como tesoro para guardar las joyas de la corona del Sacro Imperio Romano. La Gran Torre, la Torre de María, el Palacio Imperial pueden visitarse hoy en día en visitas guiadas, así como la Tesorería.