La Bahía de Samaná y la Península de Samaná representan un área perfecta para los amantes de la naturaleza. Cada invierno, las ballenas jorobadas visitan esta bahía para aparearse. Esta área es también un lugar de anidación de pelícanos y fragatas. El segundo río más grande del país, el Río Yuna, desemboca en la Bahía de Samaná. Uno de los hitos más memorables de la zona es el Puente a ninguna parte, que conduce a una isla deshabitada en la Bahía de Samaná.
