Palanga es otra joya báltica y un centro turístico costero. Durante el verano, la vibrante atmósfera marítima, los carnavales, los festivales de arte y música, la playa de arena blanca con bosques de pinos atraen a visitantes y vacacionistas. El Palacio Tiskeviciai y el Museo del Ámbar son los principales puntos de referencia de Palanga.