La Capilla Sixtina es uno de los lugares de culto católico más famosos del mundo. Es la capilla del Palacio Apostólico, la residencia papal oficial. La capilla fue nombrada en honor al Papa Sixto IV, quien la renovó en 1473, y el techo fue pintado por Miguel Ángel, que es una obra invaluable desde el punto de vista artístico. Su exterior es bastante ascético porque carece notablemente de decoraciones, cúpulas y una forma reconocible. Por un lado, esta forma de construcción de capillas era una tendencia generalizada en el momento de la construcción, y por otro lado, la función de la capilla no es servir a grandes masas de creyentes, por lo que no hay necesidad de más entradas grandes y similares.