La aparición del Desierto Florido en la parte sur del Desierto de Atacama también testifica que la naturaleza es un mecanismo fantástico. A diferencia de las partes centrales del desierto donde no hay precipitación durante varios años seguidos, el fenómeno de El Niño hace que las nubes de lluvia arrojen su preciosa carga sobre el desierto en años lluviosos y lleven a la floración del desierto. Una alfombra de flores coloridas cubre hasta donde alcanza la vista. Si te encuentras en Chile cuando ocurre este fenómeno, no te lo pierdas.